Implantes Dentales

Cuando falta un diente, los dientes vecinos tienden a usar el espacio libre e inevitablemente comienzan a moverse, generando espacios interdentales que acumulan restos de alimentos y facilitan la aparición de caries.

El diente que se encuentra en la arcada opuesta también se ve afectado porque necesita moverse para buscar apoyo. Por lo tanto, la ausencia de un solo diente afecta a corto plazo a los siete dientes vecinos y poco a poco el proceso alcanza toda la dentadura.

Como consecuencia de las molestias por la falta del diente, el paciente comienza a masticar del lado opuesto, cuyos dientes empiezan a ser más utilizados, aumentando el riesgo de caries.

Adicionalmente, una mala masticación produce sobrecarga para el estómago y en ocasiones estos problemas digestivos pueden ir acompañados de aumento o pérdida de peso.

La ausencia de dientes y los desequilibrios provocados por el desplazamiento de los dientes restantes pueden provocar trastornos de articulación entre el cráneo y la mandíbula inferior, además de fuertes dolores en la zona del oído.